EL CUARTO MANDAMIENTO

 

 

Introducción:   La segunda tabla de la ley divina trata de cómo debemos comportarnos con nuestro prójimo, con las demás personas.   En el cuarto mandamiento el Señor Dios todavía no habla de todos los demás, sino escoge una clase especial de prójimos de los cualesquienes nos diceél indica que no solamente sólo debemos amarloes sino también debemos honrarloes, nuestros padres y superiores.   Dios loes ha puesto sobre nosotros a ellos como sus representantes sobre nosotros.   Así el cuarto mandamiento está íntimamente ligadoconectado con lo que ya hemos visto.   De nuestra la relación con Dios llegamos a nuestra relación con los sus representantes de Dios en la tierra.

 

1. El cuarto mandamiento dice que  Ddebemos honrar al padre y a la madre, así dice el cuarto mandamiento. Nuestro catecismo nos explica  qQuiénes son el padre y la madre nuestro catecismo nos lo explica con la expresión:   Nuestros padres y superiores..  Aquí en eEl cuarto mandamiento no solamente sólo trata de nuestros padres corporales sino también de otras personas, a los cuales nuestroquienes el catecismo llama nuestros superiores.   Luego Así primero debemos aprender cuáles son las personas a quienes debemos honrar según el cuarto mandamiento.   Pregunta 430.

 

a.   Dios dice que debemos honrar al padre y a la madre.   Honrar es más que amar.;  Honrar incluye el amor, pero abarcaincluye todavía más.   Honramos a lostales personas que son de más alto rango que nosotros, que están sobre nosotros.   El pPadre, la madre y otros superiores están sobre nosotros.   Dios nos manda honrarlos a padre y a madre.   De eso sigue que Dios los ha puesto sobre nosotros.   Luego, nNo es cierto, entonces, lo que tantosmuchos ahora piensan ahora, que todos los humanos en la tierra son iguales.   Hay más bien superiores e inferiores, señores y súbditos .  Esto es por ordenanza divina, y esta ordenanza de Dios debe seguir hasta el último día.  Y eEl que no quiere reconocer que nadie seadebe ser superior a él, resiste la ordenanza de Dios.   Dios manda que honremosdebemos honrar a nuestros padres y a superiores.   Pero No obstante, él mismo dice:   “Mi gloria no daré a otros.”   (Isaías. 42:8).   Realmente En realidad, le pertenece solamente sólo a Dios él toda honra.  Y sSin embargo, debemos honrar también a nuestros padres.   ConEn esto Dios nos muestra Dios “que él distingue y escoge a padre y a madre sobre todas las demás personas sobre la tierra y los pone a su lado.”   (Lutero.).   Los padres y superiores aquí en la tierra están en el lugar de Dios, son sus representantes.   Por medio de ellos nos da gloriosos beneficios corporales y espirituales, por medio de , mediante ellos quiere entrenarenseñar, y <197> gobernar y proteger a los niños.   Dios los ha puesto como sus representantes sobre nosotros.   Con padre y madre, luegoAsí, según el cuarto mandamiento, debemos entender como padre y madre a todos ellos a quieneslos que Dios ha puesto sobre nosotros como sus representantes, para entrenar, gobernar y protegernos.

 

b.   Luego ¿quiénes son las personas queque, según su ordenanza divina, Diosél ha puesto sobre nosotros como sus representantes?

 

1'.   En primer lugar el cuarto mandamiento denomina como “padre y madre” a nuestros padres físicos, y luego también a los que estén en el lugar de nuestros padres.   (Los abuelos, tutores, padres políticos, etc.)   Nuestros padres, quienesque gobiernan la casa, están puestos sobre nosotros en la casa.   Deben entrenar formar corporal y espiritualmente a sus hijos;, nos entrenan forman en con la disciplina y amonestación del Señor.   (Efesios 6:4).   Debemos honrar a los padres como a los a quienes Dios ha puesto sobre nosotros en la casa.   “Los miembros pertenecientes a la casa deben también a los padres lo mismo que los hijos; es decir, los criados empleados y criadas empleadas deberán cuidar de ser no solamente obedientes a sus señores, sino que honrarán cual si se tratase de sus propios padres, y de la misma forma harán todo cuanto saben que de ellos se quiere tener, no por obligación y en contra de su voluntad, sino con placer y alegría, precisamente por el motivo dicho antes, por ser mandamiento de Dios y por ser la obra que a Dios más le agrada que todas las demás.”   (Catecismo Mayor, Mandamientos, #143).

 

2'.   Acerca de José Como el Faraón puso a José sobre toda la tierra de Egipto, de él se lee que el Faraón:   “lo puso sobre toda la tierra de Egipto.   Génesis 41:43.   Así como en la casa, también en el país hay personas que están puestos sobre nosotros por ordenanza divina.   Se trata deEsta es la autoridad temporal con sus oficiales en el país.   Es cierto que en nuestra tierra la autoridad secular es escogidala escoge por el mismo pueblo;, sin embargo, es por ordenanza divina.   Ellos Dios son puestoslos pone sobre nosotros por Dios.   (Romanos 13:1-2).   La autoridad debe gobernar la tierra con la espada.   No lleva en vano la espada; es vengador para castigar al que hace lo malo.   (Romanos 13:4).   Pertenecen también a losTambién son “superiores” en según el cuarto mandamiento los que ejercen la autoridad temporal, todos los que según la ordenanza divina están puestos sobre nosotros en el país.

 

3'.   En 2II Reyes 2:12 leemos que Eliseo llama al profeta Elías su padre.   Elías Él fue el maestro de Eliseo.   También a los maestros fueron llamadosse les llamó padres. También en la escuela Dios ha puesto a personas sobre nosotros. Nuestros Los maestros, nuestros los profesores en la escuela son representantes derepresentan a los padres, y por tanto debemos honrarloes como tales.   En el cuarto mandamiento el término padre y madre se refiere a todostoda persona a quienlos que Dios ha puesto sobre nosotros en la casa, en el país y en la escuela.

 

4'.   “Hay, además, padres espirituales, pero no lo son los que tuvimos bajo el papado, es decir, aqueéllos que se hacían llamar así, aunque jamás cumplieron la función paternal.   Padres espirituales pueden denominarse únicamenteunicamente aquellos que, mediante la palabra de Dios, nos dirigen y gobiernan.   En este sentido se gloría el apóstol Pablo de ser un pPadre.   1 Corintios 4:15.”   (Catecismo Mayor, Mandamientos, 158, 159)   Es cierto que estos padres espirituales, los pastores, no son puestos sobre nosotros en el mismo sentido que los otros superiores; no tienen derecho a mandarnos nada que no sea mandada en la palabra de Dios no manda; sin embargo, por causa de su oficio de proclamarnos la palabra de Dios, “merecen que se les honren también y aún antes que a todos los otros.”   Catecismo Mayor, Mandamientos, #160.

 

 

2.   ¿Qué es lo que nos prohibe Dios en conexión con estas personas en el cuarto mandamiento?   Preguntas 4441 y 42.   Hay dos cosas, que no los despreciemos ni les irritemos.

 

a.   Cuando el Señor Dios nos manda que debemos honrar a nuestro padre y a nuestra madre, con eso prohibeprohíbe lo opuesto.   Lo opuesto de honrar es despreciar,.  Luegoasí que Dios en primer lugar nos prohibeprohíbe en este mandamiento en primer lugar que despreciemos a nuestros padres y superiores.   ¿Luego,Q qué es lo que significa despreciarlos a nuestros padres?   Ya hemos aprendido que Dios ha puesto a los padres y a los superiores sobre nosotros como sus sustitutos.   Debemos considerarlos como tales.   ÉEsta es lasu honra y lasu dignidad que Dios mismo les ha dado.   El que no pone la atención en esa dignidad, que no considera a los padres como representantes de Dios, los menosprecia, o los desprecia.   Despreciar a los padres y superiores significa no dar atención a la dignidad que Dios les ha dado.   <197> Los padres y los superiores son los representantes de Dios a quienes.  Dios él mismo los ha puesto sobre nosotros para que nos gobiernen y nos manden.   Debemos sujetarnos a su voluntad.   El que no da presta atención a su voluntad y ni a su mandato, los menosprecia.   Despreciar luego significa no dar prestar atención a su voluntad.   Nosotros lLos cristianos especialmente tenemos que dar poner atención a esto en conexión con la autoridad civil.   En nuestras tierrasEn nuestros países a tan frecuentemente la autoridad es menospreciadase le menosprecia con tanta frecuencia de la manera más vergonzosa en palabra y obra.

 

b.   Además no debemos irritar a nuestros padres.   Irritar Ello es resultadoviene del desprecio.   Cuando elun niño desprecia a sus padres y superiores, cuando menosprecia su dignidad y su voluntad en su corazón, pronto lo demuestra conen palabras y obras, y el resultado es que los niños irriten a sus padres.   ¿Qué es lo que significa irritar?   Irritar sSignifica, hacer a alguien enojarse, impulsarlo al enojo.   Los niños irritan a sus padres cuando los tratan con ellos de una forma que hacen que ellos estén airadosse enojen y atribulados se molestenpor causa de ellos, cuando con su comportamiento loes incitan a la ira.   Esta ira de los padres hacia sus hijos desobedientes no es una ira pecaminosa, sino una ira justa,.   pPorque los padres pueden y deben según la voluntad de Dios exigir obediencia de sus hijos.   Luego irritar significa incitar a los padres a una justa ira.   Así irritaron y atribularon los hijos de Jacob a su padre anciano, de modo que él tuvo que clamar:   “descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol.”   (Génesis 37:35).   Estae irritaciónr resulta principalmente porque los hijos no cumplen los mandatos de sus padres, es decir,luego por la desobedienciadesobedecen, o también por medio de otrala maldad que cometen contra sus padres, como lo hicieron los hijos impíos de Jacob.   (Génesis 37; compare también Génesis 26:34-35; y 27:46).

 

c.   Despreciar e irritar a los padres es un pecado grave.   Dios ha establecido un duro castigo por hacerlo.   Proverbios 30:17.   El que se burla de su padre y su madre y es desobediente a ellos tendrá una muerte vergonzosa y será maldito por Dios si no se arrepiente.   Dios ha puesto en su palabra muchos ejemplos para advertirnos de lo duramente que castiga ason castigados los que quebrantan este cuarto mandamiento.   1I Samuel 4:11:   los hijos de Elí.   2II Samuel 15: Absalón.   2 Reyes 2:23-24: Los muchachos en Betel.   Debemos por tanto temer su ira y no hacer lo que sea contrario a este mandamiento.

 

 

3.   ¿Qué es lo que nos manda Dios en el cuarto mandamiento?   Preguntas 4543 y 44.   Dios nNos manda que debemos honrar a padre y madrenuestros padres. Lutero nos demuestra en la explicación de este mandamiento  Llo que se incluyees incluido en tal honrar a los padres y superiores, Lutero nos lo demuestra en su explicación de este mandamiento.

 

a.   Debemos honrar a nuestros padres.   Ya hemos oído que seuno desprecia a los padres cuando seuno menosprecia la dignidad que Dios les ha dado.   Luego seuno honra a lossus padres cuando uno realmente los se les reconoce como lo que en realidad son, los representantes de Dios.   Honrar a nuestros padres significa considerarloes representantes de Dios.   A causa de esta posición debemos honrar a nuestros padres, aún cuando en su persona tengan todavía muchas faltas y defectos.   (“Es, pues, preciso inculcar a los jóvenes que deben tener ante sus ojos a los padres en el lugar de Dios y pensar que, por modestos, pobres, débiles y raros que sean, Dios, sin embargo se los ha dado por padres.   Su conducta o sus faltas no los privan de estos honores; porque no hay que atender a las personas como son, sino a la voluntad de Dios, que está creando y arreglando todo en esta manera.”   (Catecismo Mayor, Mandamientos, #108).   Cuando elevamos a nuestros padres a una alta posición en el corazón como representantes de Dios, también lo mostraremos externamente por medio del respetorespetándoles en palabras y obras. El rey Salomón demostró  Tal respeto demostró el Rey Salomón a su madre, 1 Reyes 2:19; tambiénademás José, cuando había llegado a tan alta posición, a su anciano padre Jacob, Génesis 46:29.   (“Luego a los padres se les hablará en forma disciplinada, sin irritación ni terquedad, sin pedir explicaciones, sin malos modos, sino al contrario, callando y concediéndoles la razón, aunque se extralimiten.”   Catecismo Mayor, Mandamientos, #110).

 

b.   Además nuestro catecismo nos dice que debemos servir a nuestros padres.   Servir quiere decir hacer algo por alguien aún cuando no se nos fuere mandarado.   Se puede aprender en qué consiste el verdadero servicio enen los preciosos ejemplos de la Sagrada Escritura.   El piadoso José no solamente sólo mostró reverencia a su padre, sino proveyó para él y toda su familia en el tiempo de escasez (Génesis 47:11-12).   Ruth no quiso dejar a su suegra sino que la ayudó y proveyó por ella.   Ruth 1:16-17.   Servimos a nuestros padres cuando loes ayudamos y loes apoyamos en su trabajo, cuando disminuimosdisminuyendo su trabajo y, en caso de que sea necesario, les alimentemosalimentándolos   y proveamos proveyendo sus necesidades.   ¡Que fielmente el Señor mismo seCon cuánta fidelidad cuidó el Señor dea su madre aún desde la cruz!   (Juan 19:26-27).   Tal Ese servicio podemos y debemos mostrar a nuestros padres, especialmente cuando sean ancianos, débiles y enfermos.   (“Después se les honrará con obras, esto es, con el cuerpo y bienes materiales, sirviéndolos, ayudándolos y cuidándolos cuando sean ya ancianos, se encuentren enfermos, débiles o pobres.   Y no es suficiente hacerlo todo con gusto sino al mismo tiempo con dignidad y respeto, como si se hiciese en presencia de Dios mismo.,   Catecismo Mayor, Mandamientos,   #111).   Por medio de estetal servicio tenemos la oportunidad de recompensarpagar a nuestros padres por los grandes y variados beneficios que nos han dado y provisto, demostrar en algo nuestra gratitud.   I Timoteo 5:4.

 

c.   Si queremos honrar a nuestros padres también debemos obedecerlosserles obedientes.   La obediencia presupone un mandamiento, un mandato.   Significa oír el mandato específico y en seguida aceptar y hacer lo que se nos manda.   Así los niños deben hacer gustosa y voluntariamente lo que sus padres les manden, de una manera gozosa y voluntaria.   La obediencia es la parte principal de la honra que los niños deben a sus padres.   Por eso Dios nos amonesta con tanta seriedad en su palabra a ser obedientesobedecer a los padres, por ejemplo en Proverbios 23:22.   El apóstol dice (Efesios 6:1), que los niños deben ser obedientesobedecer a sus padres “en el Señor”.   Eso significa, debemos obedecer por causa del Señor, porque.  Dios loes ha puesto sobre nosotros,.  Como sus representantes nos ha mandado algo.  Debemos obedecerles porque soncomo representantes de Dios,.  Así demostramosndo así mediante la obediencia que honramos a nuestros padres como talesrepresentantes de Dios.   En Colosenses 3:20 el apóstol dice que los niños deben obedecer a sus padres “en todo”, o sea, en todo lo que nos manden como representantes de Dios, en las cosas en las cuales Dios los ha puesto sobre nosotros.   Cuando los padres nos mandaen hacer algo que sea contrario al mandato y la palabra de Dios, exceden su autoridad y luego no debemos obedecer.   Entonces rige la regla en Hechos 5:29. -- El apóstol además dice en Colosenses 3:20: “porque esto agrada al Señor..   La obediencia gustosa y voluntaria a nuestros padres agrada sumamente a Dios.   Nuestro querido Salvador mismo nos ha dado  el mejormás glorioso ejemplo al ser sujetocuando estuvo sujeto a y obediente a sus pobres padres humanos y les obedecía.   Lucas 2:51.

 

d.   Finalmente nuestro catecismo también nos dice que debemos amar y estimar a nuestros padres.   Nuestros padresEllos son representantes de Dios; él.  Dios mismo los los ha puesto sobre nosotros.   Como Dios nos ha dado a nuestros padres,.   ellosLuego nuestros padres son también un don de Dios y así como.  Ttodos los dones de Dios, son buenos.  Especialmente Nnuestros padres son un don especialmente glorioso, precioso de Dios.   Dios Él permite que vengan grandes beneficios por medio de nuestros padres, tanto en cosas corporales y como en espirituales.   Por medio deMediante ellos nos ha dado la vida;.  Por medio de ellos nos sostiene, y gobierna y protege;, por medio de ellosnuestros padres somos criados en la disciplina y amonestación del Señor y así llevados al Señor.   “Así debemos considerar a los padres ante todo en forma excelente y digna como el mayor tesoro sobre la tierra.”   Catecismo Mayor, Mandamientos, #109.   Amamos y estimamos a nuestros padres cuando los consideramos un precioso don de Dios.

 

e.   Ésta es la actitud que Dios quiere que tengamos hacia nuestros padres, Así quiere Dios el Señor que seamos dispuestos hacia nuestros padres.  Pero lo mismo también vale paray quiere la misma actitud hacia los demás superiores, a los cualesquienes Dios ha puesto sobre nosotros, y cuyo oficio es una extensión del oficio de los padres.   Así deben honrarlos, servirlos, hacer lo mejor que puedan con su trabajo, obedecer sus mandatos, y los siervos y siervas amar y estimar los siervos y siervas a sus amos y amas, los trabajadores a sus empleadores deben tenerles en honra, deben servirles, deben buscar hacer lo mejor con su trabajo, obedecer sus mandatos, amar y estimarlos.  Eso Dios manda esto expresamente en su palabra.   1I Pedro 2:18.   No debemos sujetarnos solamente sólo a los superiores buenos y amables, sino también a los difíciles de soportar,   por causa de la conciencia.   Efesios 6:5-8.   Como ejemplos de fieles siervos la Escritura pone ante nuestros ojos a Eliezer el siervo de Abraham, y Jacob quien fielmente sirvió a Labán. <197> Y lo mismo vale es válido también paraacerca de las autoridades civiles.   También debemos honrarlaes a ellos como la institución de Dios, para serlesestar sujetos y ser obedientes en todas las cosas en que Dios laes ha puesto sobre nosotros, cuando no nos manden hacer algo que sea contrario a la palabra de Dios.   Romanos 13:1-2.   No debemos hacer eso solamente sólo por temor al castigo, sino también por causa de la conciencia.   Asimismo debemos honrar y prestar atención a nuestros profesores, serles obedientesobedecerlos, y amarlos y estimarlos, al iguallo mismo como a nuestros guías espirituales y pastores, que nos proclaman la palabra de Dios.   Hebreos 13:17.   Y finalmente, según la palabra de Dios, debemos reverenciar a la gente anciana y experimentadaque tiene experiencia.   Levíticos 19:32.

 

Todas estas obras del cuarto mandamiento, el servicio y la obediencia a los padres y superiores, no debemos hacerlas solamente sólo para ser vistos, no solamenteo para agradar a los hombres, sino por temor y amor a Dios, (“debemos temer y amar a Dios”), por causa de Dios él y de la conciencia.   Entonces éestas obras serán obras preciosas, gloriosas, no importa lo humilde que parezcan, obras que agradarán en alto gradosumamente a Dios.   Para Con el fin de estimular tanto mucho más a tales esas obras, Dios ha agregado a este mandato todavía una promesa especial.

 

 

4.   Finalmente consideramos brevemente la promesa de este mandamiento.

 

Dios promete a los piadosos hijos y súbditos piadosos que les irá bien y que tendrán larga vida.   (“Empero los que tienen delante de sus ojos el mandamiento y la voluntad de Dios, poseen la promesa de que les será recompensado en abundancia todo cuanto hagan en honor de los padres, tanto carnales como espirituales.   No ha prometido que deben tener pan, vestidos, o dinero durante uno o dos años sino que tendrán una larga vida, alimento y paz, debiendo de ser eternamente ricos y salvos.   Por lo tanto cumple sólo tu deber y deja que Dios se cuide de alimentarte y de aprovisionarte con suficiencia.   El lo ha prometido y hasta ahora nunca ha mentido; tampoco te mentirá a ti.”   (Catecismo Mayor, Mandamientos,   #164 y 165.)   El Señor Dios frecuentemente ha demostrado que él cumple sus promesas.  De eso Ttenemos muchos ejemplos de eso en la Sagrada Escritura, por ejemplo Sem y Jafet, José, Ruth, etc.   A veces puede parecer como si Dios no cumpliera su promesa.   También hijos fieles y obedientes han tenido una vida breve, .  También ellos tienenhan tenido que pasar duras tribulaciones, dudas o amarga necesidad en la tierra.   Dios tiene razones especiales para eso. Tal vez en su omnisciencia sabe que los bienes temporales hubieran resultado un daño para su alma.   Pero No obstante, en ese caso Dios bendice a los niños piadosos que hacen las obras del cuarto mandamiento en fe en su Salvador,con fe en su Salvador cumplen lo que ordena el cuarto mandamiento tanto más con bienes espirituales y gloria eterna gloria.